Como habréis oído más de una vez el desayuno es la comida más importante del día. Esta comida condicionará todas las demás a lo largo del día.
Nuestro cuerpo ha pasado muchas horas durmiendo sin alimentarse así que debemos darle un buen chute de energía para poder empezar bien la jornada y conseguir llevar a cabo el plan de comidas establecido.
Si nos preparamos un desayuno contundente conseguiremos llegar con menos hambre al resto de las comidas, de esta manera lograremos evitar comer más de la cuenta.
Un buen desayuno debe llevar siempre hidratos de carbono complejos, proteínas y fruta. (También es importante tomar infusiones o bebidas como el té verde, la cola de caballo o el café pero este tema lo dejaremos para otro día).
Los hidratos de carbono complejos como la avena conseguirán darnos esa energía que vamos a necesitar por un largo tiempo, las proteínas nunca hay que olvidarlas, en el desayuno también juegan un papel muy importante. Estas las podemos encontrar en las claras de huevo, queso batido, yogures, leche, jamón de pavo... Para coronar del todo nuestro desayuno es recomendable tomar alguna pieza de fruta como una manzana, kiwi, frutos rojos...
Posiblemente ahora diréis, bueno y yo ¿Qué puedo prepararme para incluir todas estas cosas en una sola comida?.